La pérdida del tejido interdental se produce como resultado de:
- Daños traumáticos.
- Exodoncia.
- Defectos congénito.
- Cepillado incorrecto y traumático.
- Restauraciones iatrogénicas.
- Cirugías convencionales resectivas.
- Dentición espaciada.
- Enfermedad periodontal crónica.
Algunos autores han hecho clasificaciones para medir la pérdida de la papila interdental. Nordland y Tarnow (1998) propusieron una clasificación para la pérdida de la altura de la papila.
Esa clasificación identifica el punto de referencia anatómico y separa el nivel de pérdida de papila en tres clases para identificar y describir el grado de ésta pérdida. El sistema utiliza tres puntos de referencia:
- Punto de contacto interdental.
- Unión cemento/esmalte más apical en la vestibular.
- Unión cemento/esmalte en la interproximal más coronal.
En la Clase I la punta de la papila interdental se ubica entre el punto de contacto y la extensión interproximal más coronal de la unión cemento/esmalte.
En la Clase II la punta de la papila se ubica en el mismo nivel o apical a la extensión interproximal más coronal de la unión cemento/esmalte, pero coronal al punto vestibular más apical de la unión cemento esmalte.
En la Clase III – La punta de la papila se ubica en mismo nivel o apical al punto vestibular más apical de la unión cemento/esmalte.
El ácido hialurónico ahora viene a ofrecer una técnica no invasiva muy novedosa para la reconstrucción de la papila interdental. El ácido hialurónico (AH) es un glicosaminoglicano no sulfatado de alto peso molecular que forma parte de la matriz
extracelular (MEC) del tejido conectivo e interviene en
la cohesión tisular. Es el glicosaminoglicano más abundante en la MEC de los tejidos periodontales y tiene
como importante propiedad física, su capacidad de
embeberse en agua hasta aumentar más de 50 veces
su peso seco, lo que da a la matriz un alto grado de
elasticidad, favoreciendo el intercambio de gases y
moléculas pequeñas, actuando de barrera al paso de
macromoléculas y cuerpos extraños.
En los procesos
inflamatorios se produce una despolimerización
progresiva que altera la arquitectura del tejido y dificulta
los intercambios metabólicos. El AH interviene
en los procesos de reparación tisular, cicatrización, y
por ello se ha postulado su aplicación local como sustancia
antiinflamatoria y antiedematosa, sin efectos
tóxicos o indeseables.
El ácido hialurónico ha sido ampliamente utilizado en las cirugías de osteoartritis de rodilla y en cirugías de cataratas.
En
Odontología y basado en el mismo principio, también
se ha empleado para la cicatrización de intervenciones
odontoestomatológicas y maxilofaciales en procesos
de reparación dentinaria y regeneración pulpar y en pacientes con diferentes grados de periodontopatias,
especialmente gingivitis. Y recientemente es AH se está utilizando en la regeneración de la papila interdental y los resultados son prometedores.

La formación de la bolsa comienza con un cambio
inflamatorio en el tejido conectivo de la pared blanda
del surco gingival, originado por la placa bacteriana,
el exudado inflamatorio causa la degeneración
del tejido conectivo vecino, incluyendo fibras colágenas
y gingivales apicales al epitelio de unión. Como
consecuencia de la pérdida de este soporte fibrilar, la
porción apical del epitelio de unión, migra a lo largo
de la raíz. La porción coronal del mismo epitelio, se
aparta de la raíz a medida que la apical migra. Este
hecho, la separación de la zona coronal, se debe a un
infiltrado creciente de PMN, que cuando llega a ser
del 60% o más del volumen del epitelio de unión, el
tejido pierde cohesión y se desprende de la superficie
dental. En consecuencia, el fondo del surco migra
en dirección apical y el epitelio bucal del surco ocupa
una porción cada vez mayor del revestimiento del
surco.
El proceso inflamatorio induce a través de heterólisis enzimática, desestructuración del matrisoma del MEC y se producen altos niveles de glicosaminoglicanos
en el fluido gingival, principalmente condroitin
4 sulfato, que ha sido utilizado para la confirmación
diagnóstica de periodontitis activas, y en menor cuantía
AH.
El efecto reparador de la lesión tisular, basado en
la reorganización del tejido conectivo y la actividad
fibrogénica, antiinflamatoria y antiexudativa fueron
la base para la aplicación del AH.